Sin duda una emoción que busca la supervivencia, pero ¿qué sucede cuando el miedo nos paraliza? ¿Cuando el temor va más allá de una amenaza real, impidiendo nuestro actuar cotidiano?
Muchas veces podemos encontrar las claves para acoger esta emoción, comprender su presencia y una vez comprendido el mensaje continuar la marcha. Sin embargo, otras veces ocurre que atrapa y el terreno se hace difícil, dejando a la persona prisionera de aquello que se percibe como amenaza. Y es posible escuchar: "pero si no es para tanto", "cómo le vas a tener
Muchas veces podemos encontrar las claves para acoger esta emoción, comprender su presencia y una vez comprendido el mensaje continuar la marcha. Sin embargo, otras veces ocurre que atrapa y el terreno se hace difícil, dejando a la persona prisionera de aquello que se percibe como amenaza. Y es posible escuchar: "pero si no es para tanto", "cómo le vas a tener
susto a algo así", ¿te ha pasado?. Cuando estás en la emoción, estás ahí, experimentando intensamente, quizá no logras ver más allá, tal vez te sientes pequeñ@, o sólo escuchas la posibilidad de riesgo. Entonces uno necesita recurrir a algo que le permita volver a sus capacidades, a respirar en calma, a conectarse y actuar.
Una de las tantas posibilidades es a través de las Flores de Bach, que pueden ayudar a restablecer el equilibrio y así tomar consciencia de todas aquellas acciones que podemos hacer para volver a la calma.
Muchos temores que pueden distraernos de nuestro andar... cosas concretas, imaginarios, nosotros mismos... Para cada uno de estos aspectos existe una energía que viene de la naturaleza, para conectar con nuestra sabiduría, acogiendo los mensajes que nos ayudan en nuestra evolución...
Muchos temores que pueden distraernos de nuestro andar... cosas concretas, imaginarios, nosotros mismos... Para cada uno de estos aspectos existe una energía que viene de la naturaleza, para conectar con nuestra sabiduría, acogiendo los mensajes que nos ayudan en nuestra evolución...